Aquí unos vídeos de cuando vino Florindo y nos fuimos a Hemsedal con Emil, Moisés y Terese...No tienen precio!
La famosa bodetada de Florindo en la nieve!!
Pronto haré más!!!
lunes, 25 de enero de 2010
viernes, 11 de septiembre de 2009
Viaje a Berlin
Este año como regalo de cumple para Alex nos he "invitado" a pasar cuatro días en la capital de Alemania. Sinceramente no tengo ni idea de cómo Ryanair hace caja, porque los billetes de avión con tasas incluídas nos costaron cuatro coronas! Impresionante! Eso de que el autobús al centro de Göteborg cueste más que viajar a Berlín me da risa.
Y Berlín, para el que no haya estado, ciudad obligatoria de parada. Mucha marcha, mucha historia y gente muy agradable por todas partes. En inglés te entiendes estupendamente e incluso en cafeterías y restaurantes hacen sus pinitos con el español.
Y qué buenas están las salchichas!!!!!!!!
Aquí os dejo unas foticos de nuestro viaje. El resto las he subido a PICASA y al Facebook...Nos estamos modernizando!
Alex intentando entrar en el lado americano:
Para contrarrestar el opulento gasto en transporte aéreo nos reservamos una habitación en un super hotel en Alexanderplatz...Qué bien hicimos! Esa plaza es la mejor comunicada de toda la ciudad, con tranvía, metro y autobús en el mismo sitio y un ambiente y una fiesta impresionantes!
Nuestra hotel tenía 37 pisos y nos tocó la habitación en el piso 30...Costaba 21 segundos subir desde que se cerraba la puerta hasta que se habría arriba, casi salíamos dando botes del ascensor cuando frenaba. Una sensación rozando el nada agradable...Cuando nos dejábamos el jersey casi daba apuro subir de nuevo.
Nuestra hotel tenía 37 pisos y nos tocó la habitación en el piso 30...Costaba 21 segundos subir desde que se cerraba la puerta hasta que se habría arriba, casi salíamos dando botes del ascensor cuando frenaba. Una sensación rozando el nada agradable...Cuando nos dejábamos el jersey casi daba apuro subir de nuevo.
Y Berlín, para el que no haya estado, ciudad obligatoria de parada. Mucha marcha, mucha historia y gente muy agradable por todas partes. En inglés te entiendes estupendamente e incluso en cafeterías y restaurantes hacen sus pinitos con el español.
Y qué buenas están las salchichas!!!!!!!!
El segundo día nos apuntamos a un tour que me recomendó Virginia de los de newBerlin y la verdad no nos defraudó en absoluto, es casi necesario hacer el tour para llegar a entender el porqué de muchas cosas en ese país...Y encima el guía nos contó muchas anécdotas divertidas de rusos y americanos! Son seis horas de tour por la ciudad en español con guías 100% ibéricos, como nos gusta. Yo creo que sin el tour nos hubiera gustado la ciudad la mitad de lo que nos gustó.
El único "problema" que tiene Berlín, por lo menos en septiembre que es cuando hemos ido nosotros, es la cantidad de avispas que tienen por toda la ciudad. Es como una plaga. Vayas donde vayas, te sientes en la terraza que te sientes, esos asquerosos bichos vendrán y se posarán en todas tus cosas, en tu ropa y en el pelo...Lo mejor de todo es que parece que son inofensivas, sólo que para los que tenemos prejuicios contra ellas puede resultar un poco desagradable. El primer día estábamos desayunando en un café y a poco me muero del susto: Fui a echarme azúcar en el café y me salió una avispa del azucarero al café. A poco tengo un colapso emocional! Qué susto! Pero la tía sin inmutarse, salió y se fue a molestar a los de la mesa de al lado.
Pero bueno, eso es lo único malo que tiene la ciudad...Porque la comida y las birras son una maravilla! Me encanta que el agua sea más cara que la cerveza en Alemania y que los vendedores de salchichas ambulantes vayan vestidos de atletas y vayan corriendo por el centro de la cuidad vendiendo corrywursts a todo trapo.
Aquí os dejo unas foticos de nuestro viaje. El resto las he subido a PICASA y al Facebook...Nos estamos modernizando!
Alex intentando entrar en el lado americano:
Recuerdos a todos!
domingo, 2 de agosto de 2009
Camino de Santiago: de Carrión de los Condes a León
Última etapa del camino de este año!
Parecía increíble que ya estuviéramos en el último tramo, la recta final a nuestro destino. 105 kilómetros nos separaban de evitar madrugones, una cena apoteósica en, desde mi punto de vista, la capital del tapeo español.
Preparamos las alforjas, esta vez ni habíamos lavado la ropa! desayunamos y nos pusimos a pedalear. Nada más salir de Carrión, Alex se dio cuenta de que la rueda de Jose Manuel bailaba demasiado por el camino. Paramos y nos dimos cuenta de que tenía...Tres radios rotos! Esto era malo, ya que ni por casualidad nos iba a dar para que hiciera los 105 km restantes. El plan de actuación fue quitar todo el peso de la bici, ponerlo en las bicis de Alex y en la mía y que yo montara la fabulosa bici de Jose Manuel, al ser la que menos pesaba, hasta llegar a un pueblo con taller de arreglo de bicicletas. Hicimos eso y continuamos por el camino.
Aquí pasó algo divertido: mientras estábamos sacando los bultos de una bici y metiéndolos en otra, cinco gabachos nos pasaron metiéndose con nosotros por estar en medio. Esto nos molestó un poco, así que en cuanto nos pusimos en ruta les lijamos! jajajajaja! Menuda pasada, encima la chica abriendo paso! Esto se lo tomaron como una insinuación de su baja hombría y se pusieron a adelantarnos...Lo malo es que por aquel entonces ya teníamos las piernas curtidas, era el último día y había que pasarlo bien, con lo que apretamos un poco y justo vino una subida majica, con lo que a lo que nos dimos cuenta estaban otra vez en la lejanía, imposible era adelantarnos!
España 1 - Fracia 0 ....Y Olé!
La tienda de bicicletas más próxima era en Sahagún, donde paramos a almorzar. Estaban, para variar en nuestro camino, de fiestas en el pueblo, con lo que lo de arreglar la bicicleta se nos complicó hasta el punto de que fue imposible. Paramos en un bar, nos comimos el bocadillo de jamón más cargado del mundo y descansamos un poco.
Con el plan de la bici, seguimos rezando porque no se partieran más radios y yo consiguiera llegar hasta León. Al volver a meternos en la carretera vimos de nuevo a los gabachos, que como no habían parado a almorzar nos habían pasado. Empezamos a cantar el "A por ellos" y les volvimos a adelantar...Jajajajajaja!
España 2 - Fracia 0 ....Y Olé!
Este fue el mejor día del viaje desde mi punto de vista: Último día, ni una cuesta, carretera nacional vacía...Y nada de peso que acarrear! Básicamente me pegué todo el camino bailando y cantando montada en la bicicleta...Lo malo es que Alex y Jose Manuel se acabaron enfadando un poco conmigo, porque ellos habían pasado de 20kgs a 30 gracias a la bici rota...Y qué culpa tengo yo de ser la que menos pesa de los tres?
Paramos a que nos sellaran en El Burgo Ranero. Ahí un señor muy peculiar nos empezó a hablar. Iba vestido con una cazadora militar, gafas de motero y vaqueros, montado en una BH Bolero Rosa...Y de repente se pone a hacernos a Jose Manuel y a mí (Alex estaba con las bicis más atrás) la señal de la cruz y nos bendice. Despues de eso nos suelta que es el cura del pueblo y nos da una poesía dedicada a nosotros y firmada por él. Vaya señor más simpático y amable!
Por supuesto las coñas con Alex de que nostros estábamos bendecidos y él no fueron impresionantes!
Después de eso paramos a hacer un refrigerio en Mansilla de las Mulas, sellamos en el ayuntamiento y, después de que Alex se bebiera una botella de litro de horchata, nos pusimos a pedalear los 19 kilómetros hasta nuestra meta. No fue tan sencillo llegar a León. A dos km antes de llegar, Alex, que llevaba mi bicicleta, rajó la rueda y se quedó sin aire. Menos mal que llevábamos los sprays de espuma que rellenan la rueda, porque para aquel entonces estábamos en los cruces de entrada a León y era peligroso parar. Aun así lo conseguimos, llegamos a León, a los apartamentos que teníamos alquilados y a las prometidas ducha, comida y borrachera.
Yo sinceramente cuando nos bajamos de la bici, nos besamos y abrazamos los tres como lelos, me eché a llorar de la emoción por el trabajo bien hecho. No pensaba que lo iba a conseguir y, fíjate, en León como una machota!
León...Qué voy a decir de León! Comida impresionante, ciudad hermosa y tapas gratis con cada vaso de vino! Esa noche no hubo control en la comida que caía, otra vez el ansia, el cansancio...Y cerveza! Quedamos con unos amigos de Jose Manuel que se nos llevaron de tapeo por toda la zona húmeda. El año que viene me pegaré dos días en León comiendo bien! Atención a las fotos de León, mirad nuestras caras de alegría inmensa!
Como siempre, Alex preparándola en León, pero esta vez no con pistachos, sino con palillos! En el vídeo sale Jose Manuel imitando al abuelo de la concha, no tiene precio!
Aquí unas fotos de tapeo por León!
Bueno, pues estas han sido nuestras peripecias de las primeras etapas del Camino de Santiago, algo que recomiendo a todo el mundo a hacer, pero en bicicleta, que andando parece muy duro.
El año que viene continuaremos donde lo dejamos, la idea es llegar a Finisterre...Menudas ganas, lo haría ya!
Y para todos aquel que quiera hacer el camino, te deseo "Buen Camino" y ya sabes:
"Siiiiiigue la Cooooooncha!"
Parecía increíble que ya estuviéramos en el último tramo, la recta final a nuestro destino. 105 kilómetros nos separaban de evitar madrugones, una cena apoteósica en, desde mi punto de vista, la capital del tapeo español.
Preparamos las alforjas, esta vez ni habíamos lavado la ropa! desayunamos y nos pusimos a pedalear. Nada más salir de Carrión, Alex se dio cuenta de que la rueda de Jose Manuel bailaba demasiado por el camino. Paramos y nos dimos cuenta de que tenía...Tres radios rotos! Esto era malo, ya que ni por casualidad nos iba a dar para que hiciera los 105 km restantes. El plan de actuación fue quitar todo el peso de la bici, ponerlo en las bicis de Alex y en la mía y que yo montara la fabulosa bici de Jose Manuel, al ser la que menos pesaba, hasta llegar a un pueblo con taller de arreglo de bicicletas. Hicimos eso y continuamos por el camino.
Aquí pasó algo divertido: mientras estábamos sacando los bultos de una bici y metiéndolos en otra, cinco gabachos nos pasaron metiéndose con nosotros por estar en medio. Esto nos molestó un poco, así que en cuanto nos pusimos en ruta les lijamos! jajajajaja! Menuda pasada, encima la chica abriendo paso! Esto se lo tomaron como una insinuación de su baja hombría y se pusieron a adelantarnos...Lo malo es que por aquel entonces ya teníamos las piernas curtidas, era el último día y había que pasarlo bien, con lo que apretamos un poco y justo vino una subida majica, con lo que a lo que nos dimos cuenta estaban otra vez en la lejanía, imposible era adelantarnos!
España 1 - Fracia 0 ....Y Olé!
La tienda de bicicletas más próxima era en Sahagún, donde paramos a almorzar. Estaban, para variar en nuestro camino, de fiestas en el pueblo, con lo que lo de arreglar la bicicleta se nos complicó hasta el punto de que fue imposible. Paramos en un bar, nos comimos el bocadillo de jamón más cargado del mundo y descansamos un poco.
Con el plan de la bici, seguimos rezando porque no se partieran más radios y yo consiguiera llegar hasta León. Al volver a meternos en la carretera vimos de nuevo a los gabachos, que como no habían parado a almorzar nos habían pasado. Empezamos a cantar el "A por ellos" y les volvimos a adelantar...Jajajajajaja!
España 2 - Fracia 0 ....Y Olé!
Este fue el mejor día del viaje desde mi punto de vista: Último día, ni una cuesta, carretera nacional vacía...Y nada de peso que acarrear! Básicamente me pegué todo el camino bailando y cantando montada en la bicicleta...Lo malo es que Alex y Jose Manuel se acabaron enfadando un poco conmigo, porque ellos habían pasado de 20kgs a 30 gracias a la bici rota...Y qué culpa tengo yo de ser la que menos pesa de los tres?
Paramos a que nos sellaran en El Burgo Ranero. Ahí un señor muy peculiar nos empezó a hablar. Iba vestido con una cazadora militar, gafas de motero y vaqueros, montado en una BH Bolero Rosa...Y de repente se pone a hacernos a Jose Manuel y a mí (Alex estaba con las bicis más atrás) la señal de la cruz y nos bendice. Despues de eso nos suelta que es el cura del pueblo y nos da una poesía dedicada a nosotros y firmada por él. Vaya señor más simpático y amable!
Por supuesto las coñas con Alex de que nostros estábamos bendecidos y él no fueron impresionantes!
Después de eso paramos a hacer un refrigerio en Mansilla de las Mulas, sellamos en el ayuntamiento y, después de que Alex se bebiera una botella de litro de horchata, nos pusimos a pedalear los 19 kilómetros hasta nuestra meta. No fue tan sencillo llegar a León. A dos km antes de llegar, Alex, que llevaba mi bicicleta, rajó la rueda y se quedó sin aire. Menos mal que llevábamos los sprays de espuma que rellenan la rueda, porque para aquel entonces estábamos en los cruces de entrada a León y era peligroso parar. Aun así lo conseguimos, llegamos a León, a los apartamentos que teníamos alquilados y a las prometidas ducha, comida y borrachera.
Yo sinceramente cuando nos bajamos de la bici, nos besamos y abrazamos los tres como lelos, me eché a llorar de la emoción por el trabajo bien hecho. No pensaba que lo iba a conseguir y, fíjate, en León como una machota!
León...Qué voy a decir de León! Comida impresionante, ciudad hermosa y tapas gratis con cada vaso de vino! Esa noche no hubo control en la comida que caía, otra vez el ansia, el cansancio...Y cerveza! Quedamos con unos amigos de Jose Manuel que se nos llevaron de tapeo por toda la zona húmeda. El año que viene me pegaré dos días en León comiendo bien! Atención a las fotos de León, mirad nuestras caras de alegría inmensa!
Como siempre, Alex preparándola en León, pero esta vez no con pistachos, sino con palillos! En el vídeo sale Jose Manuel imitando al abuelo de la concha, no tiene precio!
Aquí unas fotos de tapeo por León!
Bueno, pues estas han sido nuestras peripecias de las primeras etapas del Camino de Santiago, algo que recomiendo a todo el mundo a hacer, pero en bicicleta, que andando parece muy duro.
El año que viene continuaremos donde lo dejamos, la idea es llegar a Finisterre...Menudas ganas, lo haría ya!
Y para todos aquel que quiera hacer el camino, te deseo "Buen Camino" y ya sabes:
"Siiiiiigue la Cooooooncha!"
Camino de Santiago: de Burgos a Carrión de los Condes
Esta mañana el cuerpo ya estaba más rodado, vamos, que se notaba que ya se había hecho a la media de 90 kilómetros al día....Aunque hoy prometía ya que sólo eran 80 kilómetros y por planito!
Como siempre, nos pusimos los maillots (ya empezaba a ser un poco tostón el ponérselo todas las mañanas y el lavar ropa por las noches toda muerta de cansancio), nos cogimos las bicicletas y nos fuimos a desayunar al mismo restaurante en el que cenamos la noche anterior. Desayunamos genial, un café de puchero como hacía años que no me tomaba y un bollo con chocolate de los que quitan el hipo. Y no es por todo el hambre que pasamos, que de verdad estaba buenísimo aquello!
Nos dijeron que el camino estaría genial, así que pasamos de ir por la carretera e hicimos como un peregrino más, nos adentramos por la senda. Como bien relata Machado en su obra Campos de Castilla, he de decir que uno no se queda indiferente al paisaje castellano: dorado, llano, eterno.
Nos gustó mucho un monumento al camino en Tardajos, en el que te mostraba el Camino de Santiago desde Roncesvalles hasta Santiago. Parecía tan lejano Roncesvalles y tan próximo nuestro objetivo para este año!
Lo más bonito de esta etapa hasta Carrión fue pasar por el Convento de san Antón en Castrojeriz. Un convento por el que pasa la carretera y en el había un señor cantando con una guitarra para "alegrar el corazón de los peregrinos".
A las afueras de Castrojeriz, sobre lo que fue anteriormente el palacio y la huerta del rey Pedro I de Castilla, se hallan las ruinas del antiguo monasterio de San Antón regido por los antonianos, que se dedicaban a cuidar de los enfermos que llegaban haciendo el Camino de Santiago, sobre todo de los que presentaban la enfermedad llamada del fuego de San Antón, fuego sagrado, fuego de enfermo.
En la actualidad sólo queda en pie el arco que formaba un túnel, por donde entraban y salían los peregrinos.
Eran famosas las ceremonias que hacían los monjes antonianos para bendecir diversos objetos, a las que acudían muchos fieles. Bendecían:
- La cruz llamada Tau o Thau. Fue usada por el fundador de la orden en memoria de la liberación de los primogénitos de los hebreos, los cuales tenían sus puertas marcadas con este símbolo. Esta Tau libraba de pestilencias a todo el que la llevaba.
- El pan de San Antonio, que se daba a todos los peregrinos y era elaborado contra enfermedades y peligros de mar y tierra. Antes de cocer se signaba con la Tau y se bendecía en la fiesta de San Antonio.
- El vino santo, remedio del fuego. Se daban casos de curación de los lacerados por su contacto y aspersión.
- Campanillas del Santo y otros objetos.
Nosotros también tenemos unos vídeos de nuestra llegada al convento, los primeros que hicimos en 4 días de camino! Aquí os los pongo!
Atención en este segundo vídeo, que Jose Manuel saluda a la italiana y a su marido!
Después nos paramos en el bar de Catrojeriz a tomar un súper bocadillo de tortilla de patata en una mesa de piedra en frente de la iglesia. El dueño del bar nos comentó que teníamos un camino precioso una vez pasado un cerro con una cuesta impresionante. Ahí Alex estuvo agudo, porque me cambio la bici "para que frenara mejor" JA! Pero cómo voy a frenar en una cuesta arriba? Lo que pasaba es que él no tenía plato pequeño, con lo que me condenaba a bajarme de la bici y chuparme toda la subida a pie...Cosa que ocurrió, pero tampoco me molestó mucho porque con todas las piedras sueltas que había como para llegar hasta arriba...Una sabe sus límites.
Pero Jose Manuel sí que llegó! Menudo fortachón de tío. Arriba del todo estaba lleno de peregrinos bebiendo agua, que la cuesta y el paisaje lo merecían. Atención al calor que pasaba Jose Manuel!
Cuando fuimos a bajar, ocurrió algo que no había pasado en todos estos días. Nos adelantaron una pareja de bicigrinos! Hasta entonces éramos nosotros los que habíamos lijado a todo el mundo...Di que con mi bici era imposible bajar esa cuesta sin matarme (lo intenté y me caí) así que, en el fondo, el adelantamiento no cuenta. Además el señor mayor se cayó y se metió el talegazo de su vida.
Justo antes de llegar a Carrión pasamos por unas presas en las que nos encontramos a unos presos de Meco haciendo el camino! Si es que la llamada espiritual del camino llega a todas partes!
A partir de aquí era plano hasta Carrión de los Condes. Llegamos como los señores, a la hora para ver los Simpson en la tele y a comer. Dejamos las cosas en el hostal y nos fuimos a comer. Aquí, una de cal y otra de arena: La comida buenísima, pero nos cobraron 22 euros por unas cervezas y no hubo nada que hacer para cambiarlo. Hay chorizos en todas partes.
De todas maneras, el pueblo es precioso. Nos sellaron unas monjitas adorables que nos explicaron todas sus actividades para el peregrino en su albergue de peregrinos, fuimos a darnos una vuelta por el río...Nos volvimos a dormir en el parque...Y vimos la plaza del generalísimo Franco! Pensaba yo que esos nombres habían desaparecido ya de todos los lugares de España, pero parece ser que no. Un dato bastante curioso. Después fuimos a misa a ver si nos bendecían de nuevo, con todas las abuelicas del pueblo.
Después de la vuelta no teníamos ni ganas de cenar, con lo que nos fuimos derechitos a dormir, que ya sólo quedaba un día de camino. Menudas ganas!
Como siempre, nos pusimos los maillots (ya empezaba a ser un poco tostón el ponérselo todas las mañanas y el lavar ropa por las noches toda muerta de cansancio), nos cogimos las bicicletas y nos fuimos a desayunar al mismo restaurante en el que cenamos la noche anterior. Desayunamos genial, un café de puchero como hacía años que no me tomaba y un bollo con chocolate de los que quitan el hipo. Y no es por todo el hambre que pasamos, que de verdad estaba buenísimo aquello!
Nos dijeron que el camino estaría genial, así que pasamos de ir por la carretera e hicimos como un peregrino más, nos adentramos por la senda. Como bien relata Machado en su obra Campos de Castilla, he de decir que uno no se queda indiferente al paisaje castellano: dorado, llano, eterno.
Nos gustó mucho un monumento al camino en Tardajos, en el que te mostraba el Camino de Santiago desde Roncesvalles hasta Santiago. Parecía tan lejano Roncesvalles y tan próximo nuestro objetivo para este año!
Lo más bonito de esta etapa hasta Carrión fue pasar por el Convento de san Antón en Castrojeriz. Un convento por el que pasa la carretera y en el había un señor cantando con una guitarra para "alegrar el corazón de los peregrinos".
A las afueras de Castrojeriz, sobre lo que fue anteriormente el palacio y la huerta del rey Pedro I de Castilla, se hallan las ruinas del antiguo monasterio de San Antón regido por los antonianos, que se dedicaban a cuidar de los enfermos que llegaban haciendo el Camino de Santiago, sobre todo de los que presentaban la enfermedad llamada del fuego de San Antón, fuego sagrado, fuego de enfermo.
En la actualidad sólo queda en pie el arco que formaba un túnel, por donde entraban y salían los peregrinos.
Eran famosas las ceremonias que hacían los monjes antonianos para bendecir diversos objetos, a las que acudían muchos fieles. Bendecían:
- La cruz llamada Tau o Thau. Fue usada por el fundador de la orden en memoria de la liberación de los primogénitos de los hebreos, los cuales tenían sus puertas marcadas con este símbolo. Esta Tau libraba de pestilencias a todo el que la llevaba.
- El pan de San Antonio, que se daba a todos los peregrinos y era elaborado contra enfermedades y peligros de mar y tierra. Antes de cocer se signaba con la Tau y se bendecía en la fiesta de San Antonio.
- El vino santo, remedio del fuego. Se daban casos de curación de los lacerados por su contacto y aspersión.
- Campanillas del Santo y otros objetos.
Nosotros también tenemos unos vídeos de nuestra llegada al convento, los primeros que hicimos en 4 días de camino! Aquí os los pongo!
Atención en este segundo vídeo, que Jose Manuel saluda a la italiana y a su marido!
Después nos paramos en el bar de Catrojeriz a tomar un súper bocadillo de tortilla de patata en una mesa de piedra en frente de la iglesia. El dueño del bar nos comentó que teníamos un camino precioso una vez pasado un cerro con una cuesta impresionante. Ahí Alex estuvo agudo, porque me cambio la bici "para que frenara mejor" JA! Pero cómo voy a frenar en una cuesta arriba? Lo que pasaba es que él no tenía plato pequeño, con lo que me condenaba a bajarme de la bici y chuparme toda la subida a pie...Cosa que ocurrió, pero tampoco me molestó mucho porque con todas las piedras sueltas que había como para llegar hasta arriba...Una sabe sus límites.
Pero Jose Manuel sí que llegó! Menudo fortachón de tío. Arriba del todo estaba lleno de peregrinos bebiendo agua, que la cuesta y el paisaje lo merecían. Atención al calor que pasaba Jose Manuel!
Cuando fuimos a bajar, ocurrió algo que no había pasado en todos estos días. Nos adelantaron una pareja de bicigrinos! Hasta entonces éramos nosotros los que habíamos lijado a todo el mundo...Di que con mi bici era imposible bajar esa cuesta sin matarme (lo intenté y me caí) así que, en el fondo, el adelantamiento no cuenta. Además el señor mayor se cayó y se metió el talegazo de su vida.
Justo antes de llegar a Carrión pasamos por unas presas en las que nos encontramos a unos presos de Meco haciendo el camino! Si es que la llamada espiritual del camino llega a todas partes!
A partir de aquí era plano hasta Carrión de los Condes. Llegamos como los señores, a la hora para ver los Simpson en la tele y a comer. Dejamos las cosas en el hostal y nos fuimos a comer. Aquí, una de cal y otra de arena: La comida buenísima, pero nos cobraron 22 euros por unas cervezas y no hubo nada que hacer para cambiarlo. Hay chorizos en todas partes.
De todas maneras, el pueblo es precioso. Nos sellaron unas monjitas adorables que nos explicaron todas sus actividades para el peregrino en su albergue de peregrinos, fuimos a darnos una vuelta por el río...Nos volvimos a dormir en el parque...Y vimos la plaza del generalísimo Franco! Pensaba yo que esos nombres habían desaparecido ya de todos los lugares de España, pero parece ser que no. Un dato bastante curioso. Después fuimos a misa a ver si nos bendecían de nuevo, con todas las abuelicas del pueblo.
Después de la vuelta no teníamos ni ganas de cenar, con lo que nos fuimos derechitos a dormir, que ya sólo quedaba un día de camino. Menudas ganas!
sábado, 1 de agosto de 2009
Camino de Santiago: De Nájera a Burgos
Nos despertamos a las 6.15, como siempre esos días y como de normal para ir al trabajo. Esto del levantarse por las mañanas tan temprano se estaba convirtiendo ya en rutina diaria. Dormir, yo dormí tan profundamente que ni me di cuenta de los ronquidos de los dos mozalbetes con los que compartía habitación. Lo que hace el cansancio!
Nos pusimos "los monos de trabajo", empacamos las cosas, sacamos las bicis de la cochera en las que las habíamos metido y nos pusimos a pedalear. La idea era salir de Nájera y desayunar en algún otro pueblo que no estuviera de fiestas. Gran pueblo Nájera, sus gentes super amables y el encantador "puente del Najerilla" me llegó al corazón.
Paramos a desayunar en un pueblo tan pequeño tan pequeño que no tenían ni bar, pero sí tenía una tienda de comestibles en lo alto de la calle más empinada que he visto en mi vida. Nos compramos unos cacaolats y unos croissants de panadería y nos los desayunamos en el portal de una pobre vecina del pueblo.
Hasta Santo Domingo de la Calzada (21km) fue un paseete por carretera. Me encanta ir por carretera cuando la autovía está al lado ...Vas sin preocupaciones y haciendo el tonto porque está vacía!
Llegamos al pueblo sobre las 9. Paramos a sellar y a hacer unas fotos. Ahí nos pasó algo muy curioso. Siempre era yo la que iba a sellar a los albergues, total que me bajé de la bici y entré. Allí estaba la italiana del primer día, que me saludó muy majica en mi mezcla de francés y español. El señor que se ocupaba de sellar era italiano también y hablaba con ella. Como me vio que era conocida suya, me selló los tres pasaportes, un poco de mala gana y preguntándome dónde estaban los otros dos. (Pues obviamente guardando mi bici y descansando, no?) El caso es que entró un señor que también iba en bici con 7 pasaportes y algunas personas más, con lo que se llenó un poco. Al del albergue le entró un momento bizarro y, justo después de sellar mis pasaportes nos suelta: "Todos fuera, me voy a desayunar. Abriré a las 12, conque el que quiera sello que se espere hasta esa hora". Nos echó a todos y se fue.
Cómo narices puedes hacer eso? Cuánto cuesta poner un sello o dejar el sello fuera para que la gente se lo ponga? Esto es incomprensible para mí. En fin, yo ya tenía mis sellos pero claro, el resto de ciclistas cómo se iban a quedar tres horas parados por un sello? Lo malo es que este pueblo es final de etapa y queda genial tener el sello...Cuanto mayor me hago más me sorprende la gente.
Ya nos quedaba poco para pasar a Castilla y León! Parece tonto, pero empezamos en el Pirineo y los dos primeros días podíamos ver las montañas desde las que habíamos salido. Ahora ya eso estaba en la lejanía, el paisaje había cambiado completamente y la estepa y los campos de castilla ya iban apuntando por esta parte de La Rioja.
Decidimos probar el camino en vez de ir por carretera. La verdad es que lo más fácil es preguntar a los locales por donde es más fácil y nos dijeron que esa parte del camino hasta Redecilla del Camino estaba bien. La solana empezaba a apretar cuando nos metimos por esa parte del camino. Eso sí, unos paisajes preciosos. En la "frontera" de La Rioja y Burgos nos encontramos a una peregrina de Tortosa, sentada en una pequeña sombra. La pobre llevaba unos pies horribles, iba sola y llevaba un par de días descansando en Santo Domingo debido a las ampollas. Habrá conseguido llegar a Finisterre, que era su objetivo? Nos despedimos con el saludo del peregrino "Buen Camino" y ahí la dejamos descansando.
Mirad la foto tan chula que nos hizo justo en la frontera! Salen los pueblos por los que habíamos pasado y los que nos quedaban...Menudo consuelo! Lo divertido es que, de vez en cuando, te va poniendo por el camino los kilómetros que te quedan hasta Santiago. No sé si lo hacen para dar ánimos o por lo contrario.
Lo que sí que me chocó mucho es que la gente peregrina sola, la mayoría y que, en esta época del año, la cantidad de extranjeros superaba con creces a la de españoles haciendo el camino. Una mezcla de orgullo y patriotismo no se puede evitar, al ver cómo las costumbres de tu país marcan a personas de nacionalidades tan variopintas como chinos, japoneses o americanos.
Seguimos pedaleando y paramos a almorzar el bocata de tortilla de patata (no almorcé otra cosa ningún día) en Belorado. Qué bien sienta un Acuarius cuando hace mucho calor! Y descansamos un ratico porque ya hasta Burgos no había parada.
Hasta Burgos nos esperaba una cuesta infumable al 6% durante 7 kilómetros. Lo acabamos subiendo, pero la carretera estaba llena de coches y camiones, con lo que había que sumar precaución extrema al cansancio agotador. Lo gracioso fue que le preguntamos a un local si se podía hacer por camino y nos dijo que "NO" con el peso, que fuéramos por carretera. Este chico nos dijo que el final de la subida estaba en el km 30...Pero nos engaño, era en el 32! Qué desilusión cuando ves el km 30, haces un último esfuerzo, giras y ves la peazo de cuesta dos km más! Pero lo bueno de una subida así es que luego viene la bajada...Y menuda bajada a tumba abierta! Después de eso ya fue más o menos plano hasta Atapuerca, un último repecho y llegamos a Burgos. Qué contentos estábamos al llegar!
Llegamos a Burgos sobre las tres de la tarde. Lo gracioso es que entramos a la ciudad por el Camino y nos perdimos para llegar a la catedral. En esto que nos paramos para preguntar a un señor por dónde era, mientras un abuelico con sonotone pasaba por al lado de Jose Manuel mientras preguntaba. El abuelo, aun cuando el otro caballero ya había contestado a Jose Manuel, le bordeó, se puso a su lado y le gritó en la oreja: SIIIIIGUE LA COOOONCHA! yo creo que todavía nos estamos riendo. Yo dí un respingo y todo del susto que me metió el pobre abuelo con sonotone. El problema es que nosotros no veíamos la concha...Menudos borregos, porque a lo que se refería el pobre anciano era a esto:
Suficientemente claro, no? Pues cuando estás cansado cuesta verlo!
En Burgos también me pasó una cosa súper bizarra sellando el pasaporte. Me metí a un albergue por el centro que olía a porro que mataba con música reagee en la que un señor que podía ser mi padre le hacía un retrato a una alemana más pequeña que yo mientras le decía que su hermano era eurodiputado pero que él era bohemio y pintor. La dueña del albergue no estaba, así que me sellé y me fui pitando de allí.
Llegamos al hostal, nos duchamos corriendo y tan cansados como estábamos nos fuimos en autobús al centro. La gente nos miraba y se medio reía de la pobre cara que llevábamos...Hasta adivinaron que éramos bicigrinos!
Encontramos un bar en el que ponían cañas a un euro y nos tomamos 12 cañas en media hora, con unos buenos pinchitos de morcilla de Burgos que casi me pongo a llorar del gusto!
Qué buena la morcilla de Burgos! Creo que es la mejor que he probado en mi vida! Y encima tuvimos la suerte que era en concurso de tapas en la ciudad, con lo que había casetas en las que te vendían las tapas a concurso. Alex y yo nos pedimos una tapa de morcilla de burgos con huevos rotos desnaturalizados , piñones y chocolate frío...Estaba de muerte!
Después, y ya como tradición, Alex y yo nos quedamos dormidos en un banco en medio de la calle de tiendas de Burgos (la foto está en el móvil de Jose Manuel) y, cuando se hizo la hora de cenar, nos fuimos a un restaurante de comida casera al lado del hostal, que estaba al lado de la universidad de Burgos. Cenamos genial, comida echa en casa impresionante.
Después de esto a la cama, que al día siguiente esperaban otros 100 kilómetros hasta Carrión de los Condes.
Nos pusimos "los monos de trabajo", empacamos las cosas, sacamos las bicis de la cochera en las que las habíamos metido y nos pusimos a pedalear. La idea era salir de Nájera y desayunar en algún otro pueblo que no estuviera de fiestas. Gran pueblo Nájera, sus gentes super amables y el encantador "puente del Najerilla" me llegó al corazón.
Paramos a desayunar en un pueblo tan pequeño tan pequeño que no tenían ni bar, pero sí tenía una tienda de comestibles en lo alto de la calle más empinada que he visto en mi vida. Nos compramos unos cacaolats y unos croissants de panadería y nos los desayunamos en el portal de una pobre vecina del pueblo.
Hasta Santo Domingo de la Calzada (21km) fue un paseete por carretera. Me encanta ir por carretera cuando la autovía está al lado ...Vas sin preocupaciones y haciendo el tonto porque está vacía!
Llegamos al pueblo sobre las 9. Paramos a sellar y a hacer unas fotos. Ahí nos pasó algo muy curioso. Siempre era yo la que iba a sellar a los albergues, total que me bajé de la bici y entré. Allí estaba la italiana del primer día, que me saludó muy majica en mi mezcla de francés y español. El señor que se ocupaba de sellar era italiano también y hablaba con ella. Como me vio que era conocida suya, me selló los tres pasaportes, un poco de mala gana y preguntándome dónde estaban los otros dos. (Pues obviamente guardando mi bici y descansando, no?) El caso es que entró un señor que también iba en bici con 7 pasaportes y algunas personas más, con lo que se llenó un poco. Al del albergue le entró un momento bizarro y, justo después de sellar mis pasaportes nos suelta: "Todos fuera, me voy a desayunar. Abriré a las 12, conque el que quiera sello que se espere hasta esa hora". Nos echó a todos y se fue.
Cómo narices puedes hacer eso? Cuánto cuesta poner un sello o dejar el sello fuera para que la gente se lo ponga? Esto es incomprensible para mí. En fin, yo ya tenía mis sellos pero claro, el resto de ciclistas cómo se iban a quedar tres horas parados por un sello? Lo malo es que este pueblo es final de etapa y queda genial tener el sello...Cuanto mayor me hago más me sorprende la gente.
Ya nos quedaba poco para pasar a Castilla y León! Parece tonto, pero empezamos en el Pirineo y los dos primeros días podíamos ver las montañas desde las que habíamos salido. Ahora ya eso estaba en la lejanía, el paisaje había cambiado completamente y la estepa y los campos de castilla ya iban apuntando por esta parte de La Rioja.
Decidimos probar el camino en vez de ir por carretera. La verdad es que lo más fácil es preguntar a los locales por donde es más fácil y nos dijeron que esa parte del camino hasta Redecilla del Camino estaba bien. La solana empezaba a apretar cuando nos metimos por esa parte del camino. Eso sí, unos paisajes preciosos. En la "frontera" de La Rioja y Burgos nos encontramos a una peregrina de Tortosa, sentada en una pequeña sombra. La pobre llevaba unos pies horribles, iba sola y llevaba un par de días descansando en Santo Domingo debido a las ampollas. Habrá conseguido llegar a Finisterre, que era su objetivo? Nos despedimos con el saludo del peregrino "Buen Camino" y ahí la dejamos descansando.
Mirad la foto tan chula que nos hizo justo en la frontera! Salen los pueblos por los que habíamos pasado y los que nos quedaban...Menudo consuelo! Lo divertido es que, de vez en cuando, te va poniendo por el camino los kilómetros que te quedan hasta Santiago. No sé si lo hacen para dar ánimos o por lo contrario.
Lo que sí que me chocó mucho es que la gente peregrina sola, la mayoría y que, en esta época del año, la cantidad de extranjeros superaba con creces a la de españoles haciendo el camino. Una mezcla de orgullo y patriotismo no se puede evitar, al ver cómo las costumbres de tu país marcan a personas de nacionalidades tan variopintas como chinos, japoneses o americanos.
Seguimos pedaleando y paramos a almorzar el bocata de tortilla de patata (no almorcé otra cosa ningún día) en Belorado. Qué bien sienta un Acuarius cuando hace mucho calor! Y descansamos un ratico porque ya hasta Burgos no había parada.
Hasta Burgos nos esperaba una cuesta infumable al 6% durante 7 kilómetros. Lo acabamos subiendo, pero la carretera estaba llena de coches y camiones, con lo que había que sumar precaución extrema al cansancio agotador. Lo gracioso fue que le preguntamos a un local si se podía hacer por camino y nos dijo que "NO" con el peso, que fuéramos por carretera. Este chico nos dijo que el final de la subida estaba en el km 30...Pero nos engaño, era en el 32! Qué desilusión cuando ves el km 30, haces un último esfuerzo, giras y ves la peazo de cuesta dos km más! Pero lo bueno de una subida así es que luego viene la bajada...Y menuda bajada a tumba abierta! Después de eso ya fue más o menos plano hasta Atapuerca, un último repecho y llegamos a Burgos. Qué contentos estábamos al llegar!
Llegamos a Burgos sobre las tres de la tarde. Lo gracioso es que entramos a la ciudad por el Camino y nos perdimos para llegar a la catedral. En esto que nos paramos para preguntar a un señor por dónde era, mientras un abuelico con sonotone pasaba por al lado de Jose Manuel mientras preguntaba. El abuelo, aun cuando el otro caballero ya había contestado a Jose Manuel, le bordeó, se puso a su lado y le gritó en la oreja: SIIIIIGUE LA COOOONCHA! yo creo que todavía nos estamos riendo. Yo dí un respingo y todo del susto que me metió el pobre abuelo con sonotone. El problema es que nosotros no veíamos la concha...Menudos borregos, porque a lo que se refería el pobre anciano era a esto:
Suficientemente claro, no? Pues cuando estás cansado cuesta verlo!
En Burgos también me pasó una cosa súper bizarra sellando el pasaporte. Me metí a un albergue por el centro que olía a porro que mataba con música reagee en la que un señor que podía ser mi padre le hacía un retrato a una alemana más pequeña que yo mientras le decía que su hermano era eurodiputado pero que él era bohemio y pintor. La dueña del albergue no estaba, así que me sellé y me fui pitando de allí.
Llegamos al hostal, nos duchamos corriendo y tan cansados como estábamos nos fuimos en autobús al centro. La gente nos miraba y se medio reía de la pobre cara que llevábamos...Hasta adivinaron que éramos bicigrinos!
Encontramos un bar en el que ponían cañas a un euro y nos tomamos 12 cañas en media hora, con unos buenos pinchitos de morcilla de Burgos que casi me pongo a llorar del gusto!
Qué buena la morcilla de Burgos! Creo que es la mejor que he probado en mi vida! Y encima tuvimos la suerte que era en concurso de tapas en la ciudad, con lo que había casetas en las que te vendían las tapas a concurso. Alex y yo nos pedimos una tapa de morcilla de burgos con huevos rotos desnaturalizados , piñones y chocolate frío...Estaba de muerte!
Después, y ya como tradición, Alex y yo nos quedamos dormidos en un banco en medio de la calle de tiendas de Burgos (la foto está en el móvil de Jose Manuel) y, cuando se hizo la hora de cenar, nos fuimos a un restaurante de comida casera al lado del hostal, que estaba al lado de la universidad de Burgos. Cenamos genial, comida echa en casa impresionante.
Después de esto a la cama, que al día siguiente esperaban otros 100 kilómetros hasta Carrión de los Condes.
viernes, 31 de julio de 2009
Camino de Santiago: De Puente la Reina a Nájera
Nos despertamos a las 6 con muchas, muchas agujetas. La sensación de cansancio por las mañanas es algo a lo que me iba a acostumbrar bastante estos días. Recogimos los bártulos, destendimos la ropa (aún algo mojada por el rocío), cogimos las bicis, montamos todo y partimos hacia La Rioja.
Esta vez desayunamos en Puente la Reina. Jose Manuel estuvo muy hábil ahí y su buen olfato nos llevó a una panadería-cafetería con sus croissants recién hechos y buen café. Una vez el desayuno estuvo finiquitado, nos montamos en la bici y partimos, de verdad, hacia Nájera.
Nada más salir de Puente la Reina nos esperaba una subida gloriosa a un pico. Recuerdo que hacía bastante frío y que, como podéis ver en la foto, íbamos con las cazadoras de bicicleta. Creo que fue la primera vez y la última que las usamos, porque a los diez minutos de subida estábamos sudando la gota gorda. De todas maneras y visto el ritmo del día anterior, nos aventuramos a ir por la carretera hasta Nájera. No nos hacía mucha gracia porque queríamos ir por camino, pero teníamos que hacer 100 kilómetros y nos veíamos lejos del destino.
La llegada a Estella fue fácil, carretera nacional no transitada por casi nadie. La idea era almorzar en Estella, pero como íbamos por carretera estábamos allí sobre las 9 y no habíamos casi rodado, total que decidimos seguir un poco más, hasta Villamayor del Morjardín. Menos mal que hicimos eso! Porque nos esperaba una de las subidas más brutales del camino...No me imagino subiendo eso con la panza llena. Tuvimos que ir haciendo paraditas porque la verdad es que fueron los 8 kilómetros más duros del día.
Aunque no fue todo camino! Mirad por qué puente romano nos tuvimos que meter con la bicicleta! A poco me caigo de nuevo con la bici a cuestas...Y los 20 kilos de cosas!
Todo tiene su recompensa! Una vez llegamos allí nos decimos a ir hasta Los Arcos (bajada 12 kilómetros sin prácticamente pedalear) a almorzar. Qué buena la tortilla de patata en el bar después de tanta subida!
Llegar a Logroño desde allí fue un paseo. Estábamos en Logroño a las 2 de la tarde. Paramos para sellar, rellenar de agua de nuevo (cuántos litros beberíamos al día?). Como nos vimos pronto en Logroño nos dio tiempo a hacer turismo, a pasarnos por e Mercadona (civilización al fin!) y a echarnos una siesta en el conservatorio de música.
Eso fue súper divertido, porque nos quedamos dormidos-dormidos en el césped que comparten un ministerio de La Rioja y el conservatorio de mússica. Total que, cuando había pasado una hora, un pobre seños guardia jurado vino a echarnos...Le debíamos de dar una pena al señor! Porque nos pidio perdón el pobre que nos veía durmiendo tan bien...Nos mandó al parque que había al lado, que también somos borregos de no haberlo visto. Pero bueno, ya estábamos más descansados y tiramos para Nájera. Ya llevábamos 72km entre pecho y espalda, quedaban 30 hasta Nájera.
En esta foto nos podéis ver dormidos en el parque...Parece ser que José Manuel no estaba tan cansado como nos dijo, el muy puñetero!
Los últimos 30 kilómetros venían acompañados de una subida bestial para luego tener una bajadita hasta Nájera. No puedo explicar la sensación de triunfo cuando ves el cartel "Nájera" y ya has llegado. El culo te deja de doler, las rodillas están menos cargadas...Y tu mente empieza a pensar en la cerveza prometida. En Nájera eran fiestas, con lo que llegamos y todo eran charangas, borrachos por todas partes y pistolas de agua. Nuestro hostal estaba al lado "Del famoso Najerilla". Nada más llegar, lo de siempre: Ducha, lavar ropa, llamada de rigor a padres y cerveza y manduca, mucha manduca!
Ese fue el primer día de mi vida que comí con ansia. Me podía comer todo lo que me echaran encima, me puse de bocadillos, cerveza, patatas...Nada más llegar al bar después de la ducha estaba blanca del sobreesfuerzo. Cómo nos pusimos de ensalada, croquetas, bocatas...Luego encima nos llovió, con lo que el ambiente para el día siguiente pintaba estupendo!
Esta vez desayunamos en Puente la Reina. Jose Manuel estuvo muy hábil ahí y su buen olfato nos llevó a una panadería-cafetería con sus croissants recién hechos y buen café. Una vez el desayuno estuvo finiquitado, nos montamos en la bici y partimos, de verdad, hacia Nájera.
Nada más salir de Puente la Reina nos esperaba una subida gloriosa a un pico. Recuerdo que hacía bastante frío y que, como podéis ver en la foto, íbamos con las cazadoras de bicicleta. Creo que fue la primera vez y la última que las usamos, porque a los diez minutos de subida estábamos sudando la gota gorda. De todas maneras y visto el ritmo del día anterior, nos aventuramos a ir por la carretera hasta Nájera. No nos hacía mucha gracia porque queríamos ir por camino, pero teníamos que hacer 100 kilómetros y nos veíamos lejos del destino.
La llegada a Estella fue fácil, carretera nacional no transitada por casi nadie. La idea era almorzar en Estella, pero como íbamos por carretera estábamos allí sobre las 9 y no habíamos casi rodado, total que decidimos seguir un poco más, hasta Villamayor del Morjardín. Menos mal que hicimos eso! Porque nos esperaba una de las subidas más brutales del camino...No me imagino subiendo eso con la panza llena. Tuvimos que ir haciendo paraditas porque la verdad es que fueron los 8 kilómetros más duros del día.
Aunque no fue todo camino! Mirad por qué puente romano nos tuvimos que meter con la bicicleta! A poco me caigo de nuevo con la bici a cuestas...Y los 20 kilos de cosas!
Todo tiene su recompensa! Una vez llegamos allí nos decimos a ir hasta Los Arcos (bajada 12 kilómetros sin prácticamente pedalear) a almorzar. Qué buena la tortilla de patata en el bar después de tanta subida!
Llegar a Logroño desde allí fue un paseo. Estábamos en Logroño a las 2 de la tarde. Paramos para sellar, rellenar de agua de nuevo (cuántos litros beberíamos al día?). Como nos vimos pronto en Logroño nos dio tiempo a hacer turismo, a pasarnos por e Mercadona (civilización al fin!) y a echarnos una siesta en el conservatorio de música.
Eso fue súper divertido, porque nos quedamos dormidos-dormidos en el césped que comparten un ministerio de La Rioja y el conservatorio de mússica. Total que, cuando había pasado una hora, un pobre seños guardia jurado vino a echarnos...Le debíamos de dar una pena al señor! Porque nos pidio perdón el pobre que nos veía durmiendo tan bien...Nos mandó al parque que había al lado, que también somos borregos de no haberlo visto. Pero bueno, ya estábamos más descansados y tiramos para Nájera. Ya llevábamos 72km entre pecho y espalda, quedaban 30 hasta Nájera.
En esta foto nos podéis ver dormidos en el parque...Parece ser que José Manuel no estaba tan cansado como nos dijo, el muy puñetero!
Los últimos 30 kilómetros venían acompañados de una subida bestial para luego tener una bajadita hasta Nájera. No puedo explicar la sensación de triunfo cuando ves el cartel "Nájera" y ya has llegado. El culo te deja de doler, las rodillas están menos cargadas...Y tu mente empieza a pensar en la cerveza prometida. En Nájera eran fiestas, con lo que llegamos y todo eran charangas, borrachos por todas partes y pistolas de agua. Nuestro hostal estaba al lado "Del famoso Najerilla". Nada más llegar, lo de siempre: Ducha, lavar ropa, llamada de rigor a padres y cerveza y manduca, mucha manduca!
Ese fue el primer día de mi vida que comí con ansia. Me podía comer todo lo que me echaran encima, me puse de bocadillos, cerveza, patatas...Nada más llegar al bar después de la ducha estaba blanca del sobreesfuerzo. Cómo nos pusimos de ensalada, croquetas, bocatas...Luego encima nos llovió, con lo que el ambiente para el día siguiente pintaba estupendo!
Camino de Santiago: De Roncesvalles a Puente la Reina
El gran día llegó!
Nos levantamos a las 6 de la mañana, nos vestimos y nos preparamos para ir en la bici. De los nervios que había ni nos dio tiempo a desayunar.
Antes de salir de Roncesvalles, la ansiada foto con el letrero a meta:
En la cena del "peregrino" del día anterior nos habían comentado que nos esperaba un día duro: camino por el Pirineo hasta Pamplona y luego el "Pico del Perdón". Aun así nosotros nos lo tomamos con ganas.
La primera parte del camino fue impresionante, al menos para alguien de España como nosotros: bosques cerrados, caminos llenos de piedras súper empinados, riachuelos en los que no había más remedio que bajarse de la bicicleta para pasarla sin que se mojara...Vamos, igualito que mis secarrales queridos y áridos de Aragón. Di que claro, desde que vivimos en Suecia el paisaje me parece más común, aun así precioso hasta decir vale.
Fue muy divertido cuando pasamos por Burguete. Estábamos buscando un sitio para desayunar y el tío de Alex encontró uno...Que resultó ser un after! Ahí estaban todos los vecinos del pueblo con los rones cola! Yo no es por decir nada, pero hace mucho tiempo que no me tomo uno de esos para desayunar, te haces mayor y cambias de estilo, envolviendo madalenas y cafés con leche...Lo más gracioso es que la marabunta de fiesta nos empezó a liar con por dónde era el camino y nos hicieron dudar y cambiar de dirección unas cuantas veces...Supongo que hasta que les dimos pena y ya nos dijeron el camino correcto! Fue genial el coro de 30 personas gritando el "No es por ahí" y el "Es para la izquierda" y un pobre gritando: "Hombre, no seáis cabrones que lo acaban de empezar!" Jajajajaaja! Lo mejor es que había una pareja de italianos cerca de nosotros que no entendían nada pero veía que cada uno señalaba hacia algún lado!
Total que salimos de ese pueblo sin desayunar y en seguida nos metimos por los famosos caminos pequeños de Pirineo, mi primera experiencia con el "Cross Country" en bicicleta. Creo que no he pasado más miedo en toda mi vida, pero a la vez con adoración al riesgo. La mayoría de los bicigrinos a los que preguntamos iban a hacer el camino hasta Pamplona por carretera, pero nosotros decidimos ser "más auténticos" y embarcarnos como el resto de peregrinos por el camino cabras. Menudas vistas! impresionante! Muy bucólico el tener que ir abriendo y cerrando puertas de pasao de ganado, sortear innumerables mierdas de caballo (yo pisé una con la bici y madre de Dios lo que me costó qie se fuera el olor!) y, sobre todo, recordaré siempre que el camino pasaba justo por un establo que guardaba las vacas más grandes que he visto en vida, una de las cuales estaba en el medio del camino...Le dio un colazo a Alex en la espalda que le dejó lleno de mierda por todo! Menudo respeto dio pasar por ahí!
Paramos a desayunar en Zubiri y me tomé, probablemente, el mejor bocadillo de tortilla de chistorra de mi vida. Virgen del Pilar qué grande y qué bueno estaba aquello! Eran las 10 de la mañana y sólo habíamos hecho 22 kilómetros. El miedo a no llegar a Puente la Reina se palpaba en el aire.
A Pamplona llegamos a las dos de la tarde, con un sol y un calor de justicia, después de sortear varios precipicios por el Pirineo, más vacas y un pinchazo por parte de Alex. Sellamos y nos volvimos al tajo. Llevábamos casi cuarenta km y nos esperaba el pico del perdón.
El Alto del Perdón es el lugar en el que el diablo tienta a los peregrinos para que abandonen el camino y se vuelvan a casa. Recuerdo que todas las personas con las que hablamos nos dijeron que fuéramos por carretera, pero a nosotros nos apeteció hacer el camino auténtico e ir como las personas de a pie. He de decir que el diablo, en particular, me tentó a mí. Tuve que hacer toda la subida llevando la bici y los 20 kilos de equipaje, un 6% de montaña con un camino de piedras nada estables. La subida costó, pero lo peor fue la bajada, porque la bici me resbalaba de lo que pesaba y acabé en el suelo tres veces. Acabé llorando y todo! Menos mal que tenía a Alex a mi lado, que me aguantó todos y cada uno de los juramentos que salieron por mi boca.
Pero como la fábula del anillo mágico dice: "Esto también pasará" y pasó, y a las 6 de la tarde, sucios, cansados, muertos por la fatiga y después de casi 70km, sin comer y pedaleando más que en toda mi vida, llegamos a Puente la Reina. Dadaslas circunstancias, nunca un pueblo me pareció tan bonito y tan limpio!
Después de una buena ducha, lavar las bicis, lavar la ropa y tender, aún tuvimos fuerzas para dar una vuelta por el pueblo luego, la tan ansiada cena: Pasta y trucha. Qué festín!
Después de eso y de unas buenas jarras de cerveza para pasar el mal trago, nos fuimos a la cama (sobre las 9, joer que pronto!) que a las 6 nos tocaba la corneta para a las siete ponernos en marcha!
Nos levantamos a las 6 de la mañana, nos vestimos y nos preparamos para ir en la bici. De los nervios que había ni nos dio tiempo a desayunar.
Antes de salir de Roncesvalles, la ansiada foto con el letrero a meta:
En la cena del "peregrino" del día anterior nos habían comentado que nos esperaba un día duro: camino por el Pirineo hasta Pamplona y luego el "Pico del Perdón". Aun así nosotros nos lo tomamos con ganas.
La primera parte del camino fue impresionante, al menos para alguien de España como nosotros: bosques cerrados, caminos llenos de piedras súper empinados, riachuelos en los que no había más remedio que bajarse de la bicicleta para pasarla sin que se mojara...Vamos, igualito que mis secarrales queridos y áridos de Aragón. Di que claro, desde que vivimos en Suecia el paisaje me parece más común, aun así precioso hasta decir vale.
Fue muy divertido cuando pasamos por Burguete. Estábamos buscando un sitio para desayunar y el tío de Alex encontró uno...Que resultó ser un after! Ahí estaban todos los vecinos del pueblo con los rones cola! Yo no es por decir nada, pero hace mucho tiempo que no me tomo uno de esos para desayunar, te haces mayor y cambias de estilo, envolviendo madalenas y cafés con leche...Lo más gracioso es que la marabunta de fiesta nos empezó a liar con por dónde era el camino y nos hicieron dudar y cambiar de dirección unas cuantas veces...Supongo que hasta que les dimos pena y ya nos dijeron el camino correcto! Fue genial el coro de 30 personas gritando el "No es por ahí" y el "Es para la izquierda" y un pobre gritando: "Hombre, no seáis cabrones que lo acaban de empezar!" Jajajajaaja! Lo mejor es que había una pareja de italianos cerca de nosotros que no entendían nada pero veía que cada uno señalaba hacia algún lado!
Total que salimos de ese pueblo sin desayunar y en seguida nos metimos por los famosos caminos pequeños de Pirineo, mi primera experiencia con el "Cross Country" en bicicleta. Creo que no he pasado más miedo en toda mi vida, pero a la vez con adoración al riesgo. La mayoría de los bicigrinos a los que preguntamos iban a hacer el camino hasta Pamplona por carretera, pero nosotros decidimos ser "más auténticos" y embarcarnos como el resto de peregrinos por el camino cabras. Menudas vistas! impresionante! Muy bucólico el tener que ir abriendo y cerrando puertas de pasao de ganado, sortear innumerables mierdas de caballo (yo pisé una con la bici y madre de Dios lo que me costó qie se fuera el olor!) y, sobre todo, recordaré siempre que el camino pasaba justo por un establo que guardaba las vacas más grandes que he visto en vida, una de las cuales estaba en el medio del camino...Le dio un colazo a Alex en la espalda que le dejó lleno de mierda por todo! Menudo respeto dio pasar por ahí!
Paramos a desayunar en Zubiri y me tomé, probablemente, el mejor bocadillo de tortilla de chistorra de mi vida. Virgen del Pilar qué grande y qué bueno estaba aquello! Eran las 10 de la mañana y sólo habíamos hecho 22 kilómetros. El miedo a no llegar a Puente la Reina se palpaba en el aire.
A Pamplona llegamos a las dos de la tarde, con un sol y un calor de justicia, después de sortear varios precipicios por el Pirineo, más vacas y un pinchazo por parte de Alex. Sellamos y nos volvimos al tajo. Llevábamos casi cuarenta km y nos esperaba el pico del perdón.
El Alto del Perdón es el lugar en el que el diablo tienta a los peregrinos para que abandonen el camino y se vuelvan a casa. Recuerdo que todas las personas con las que hablamos nos dijeron que fuéramos por carretera, pero a nosotros nos apeteció hacer el camino auténtico e ir como las personas de a pie. He de decir que el diablo, en particular, me tentó a mí. Tuve que hacer toda la subida llevando la bici y los 20 kilos de equipaje, un 6% de montaña con un camino de piedras nada estables. La subida costó, pero lo peor fue la bajada, porque la bici me resbalaba de lo que pesaba y acabé en el suelo tres veces. Acabé llorando y todo! Menos mal que tenía a Alex a mi lado, que me aguantó todos y cada uno de los juramentos que salieron por mi boca.
Pero como la fábula del anillo mágico dice: "Esto también pasará" y pasó, y a las 6 de la tarde, sucios, cansados, muertos por la fatiga y después de casi 70km, sin comer y pedaleando más que en toda mi vida, llegamos a Puente la Reina. Dadaslas circunstancias, nunca un pueblo me pareció tan bonito y tan limpio!
Después de una buena ducha, lavar las bicis, lavar la ropa y tender, aún tuvimos fuerzas para dar una vuelta por el pueblo luego, la tan ansiada cena: Pasta y trucha. Qué festín!
Después de eso y de unas buenas jarras de cerveza para pasar el mal trago, nos fuimos a la cama (sobre las 9, joer que pronto!) que a las 6 nos tocaba la corneta para a las siete ponernos en marcha!
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